lunes, 19 de agosto de 2013

Oro, reluciente reluciente.

¡Apañada al rescate!
Si tenéis un anillo, o joya pequeña que ha perdido un poco el color, por el mar, cloro, etc... hacedme caso...
Hay que frotarla con miga de pan con cuidado pero insistentemente ( por el amor del cielo, por mucho hambre que tengáis, después no os la comáis) Volverá a relucir como cuando era nueva. Poned atención con las cadenas muy finas, para que no se rompan o se líen. (en otro post tenéis el truqui de como deshacer un lío en la cadena).

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